¿Cómo cambiar de trabajo después de los 45?
Desafortunadamente, no siempre es fácil cambiar de trabajo, sobre todo para los trabajadores de más antigüedad y cuando en el mercado laboral te consideran un perfil senior. Pero si las ganas o la necesidad están ahí existen soluciones. ¡Te ofrecemos varios consejos para cambiar de trabajo con éxito a los 45!
Conócete a ti mismo
Lo primero que debemos hacer es preguntarnos:
- ¿Qué quiero hacer?
- ¿Es un deseo pasajero o un proyecto serio?
- ¿Es mi proyecto realista?
- ¿Cuáles son mis aspiraciones?
- ¿Qué concesiones estoy dispuesto a hacer?
- ¿Cuánto valgo en el mercado laboral?
Para ayudarte a responder a todas estas preguntas, es recomendable dar dos pasos muy útiles, realizar un diagnóstico de nuestras competencias y definir el nuevo proyecto profesional-vital.
La evaluación de competencias, técnicas y conductuales, nos permitirá cambiar de trabajo con mayor confianza, al permitirnos identificar las fortalezas que nos hace valioso en el mundo profesional.
Conoce las opciones disponibles para ti
Lo segundo es analizar el mercado laboral, dado que las opciones disponibles para los mayores de 40 años son menores que para los de 30 y tantos. ¡Pero existen y hay suficientes para tener éxito!
En lugar dar tumbos sin un rumbo concreto, concéntrate en las empresas, los centros de formación y los institutos profesionales que presentan perspectivas más importantes para las personas mayores de 40 años que probablemente encontrarán un trabajo.
Potencia tu red de contactos
¿Has oído que todas las personas pueden estar conectada scon cualquier otra, a través de una cadena de relaciones individuales que contiene como máximo cinco eslabones? Utiliza tu red de contactos (amigos, familiares, excompañeros…) que pueden ayudarte a crear o encontrar un trabajo. Cuéntale a todos los que te conocen y hazles saber tus necesidades. También aprende a sacar todo el provecho a las redes sociales en tu búsqueda. La palabra clave cuando quieres cambiar de trabajo a los 45 años es perseverancia. No dudes en ser atrevido.
Se Flexible
Este es un último punto importante cuando quieres cambiar de trabajo a los 45 años . El mercado laboral evoluciona constantemente y quizás tus conocimientos concretos en un área concreta estén desfasados por otras industrias en auge como las profesiones digitales. Sé flexible y escucha al mercado.
Formación continua
En entornos empresariales cada vez más sujetos a los desarrollos tecnológicos, la obsolescencia de las competencias técnicas es una realidad para muchos empleados. La formación profesional a lo largo de la carrera debe ser permanente, pero más aún cuando se desea cambiar de trabajo, convirtiéndose en un requisito previo para mantener la empleabilidad. Esta opción te permite adquirir nuevas competencias técnicas y comportamentales. Algunos centros de formación ofrecen formación especifica dirigida este segmento de la población. Hoy no hay edad limite para capacitarse.
Colaborar en proyectos como IMPLANT
Este servicio consiste en la implementación, con carácter temporal, de un profesional cualificado dentro de un área específica de la compañía. Las tareas y responsabilidades para un servicio o proyecto estarán acotadas en el tiempo. Está dirigido especialmente a ejecutivos experimentados, que a menudo han trabajado durante más de 10 años en puestos gerenciales. Estos expertos son cada vez más solicitados para misiones de transformación empresarial , cambio organizativo o gestión de crisis. Y si buscas activamente un contrato indefinido, ten en cuenta que el 35% de las asignaciones de gestión interina se convierten en contratos indefinidos.
Auto-empleo
La llegada a los 50 puede ser una buena edad para emprender si tienes la suficiente tranquilidad económica y libertad personal. En ocasiones cobrar el paro durante un tiempo puede cubrirte las espaldas al inicio de tu nueva actividad. El emprendimiento es una elección y no una opción por defecto. ¡Nunca es demasiado tarde para empezar!
El autoempleo ha atraído a muchos profesionales que buscan la independencia para definir sus condiciones de trabajo, así como sus honorarios. Si como ellos, te decantas por esta opción, debes saber que puedes compaginar este estatus con una actividad asalariada o convertirlo en tu actividad principal, en periodos de desempleo por ejemplo. Pero hay que señalar, sin embargo, la creación de un negocio requiere no sólo de una inversión económica y una motivación inquebrantable, sino también de una agenda de contactos bien surtida, tu condición de autónomo no te protege frente a las deudas contraídas y no tendrás acceso a las mismas prestaciones por desempleo que un asalariado en caso de cese de actividad.
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